martes, 10 de agosto de 2010

CURRO DE CABALLOS EN MONTE PEDROSO

CON SABOR A GALICIA: CURRO DE CABALLOS EN MONTE PEDROSO


Subimos al Monte Pedroso (A Cañiza) y al cabo de un buen rato nos encontramos con Alfonso – nos había invitado a disfrutar del Curro- en un lugar bastante llano en comparación con los picos, donde están situados varios aerogeneradores, que nos rodean. En ese lugar cercado sin techo y con puerta de ancho considerable empezaron a cercar las manadas de yeguas que acompañadas de sus potrillos, este año había pocos – dicen los propietarios que el lobo hizo estragos- bajaban las laderas de las verdes e impresionantes montañas cañicienses acorralados por los ágiles jinete que forman la cuadrilla Cabaleiros do Bar Kastor.
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Se nos acerca Pepe y nos da un escrito que nos habla de la historia de los curros y del Curro del Pedroso, de él recogemos que: normalmente, previo al el Curro se celebra una reunión con los ganaderos de la zona propietarios de las manadas salvajes de equinos que campan por los montes aledaños para concretar los detalles y pormenores de estos actos que siempre culminan en fiesta y romería.

El día del curro, los ganaderos muy de madrugada y en número proporcionado a las yeguas que tiene cada uno, se desplazan al monte e inician los movimientos de ganado dirigiéndolo desde los pastaderos hacia el cercado

Los ganaderos inician la recogida del ganado con lentitud y sosiego. Uno de los momentos más espectaculares y vistosos de este particular acontecimiento es la entrada en tropel de todos los caballos, que descienden por las laderas de las montañas hacia el corral.

Una vez que las reses se han introducido en el cercado grande, lo primero que se hace es sacar del mismo a las yeguas que están preñadas y próximas al parto y a continuación retirar los potrillos que aún están al amparo de su madre.

Cada ganadero reconoce sus caballos por la contraseña y los pasan a un cercado más pequeño en espera del momento del marcaje a fuego. Después de haber retirado a los animales más indefensos, se procede a separar del conjunto a los más peligrosos.

En los curros del Pedroso y del Paradanta el acto de A Rapa das Bestas , como se le denomina en el argot popular, no se lleva a cabo ni se comercializa las crines. En estos curros se identifican a los animales, se marcan y se finalmente se colocan entre los compradores.

El marcaje a fuego es uno de los actos que consagran este tipo de espectáculos. En toda ganadería extensiva y poco controlada es imprescindible un signo perenne de identificación. Tanto en el Curro del Pedroso como en el del Paradanta se utiliza la técnica del marcaje a fuego con un hierro braseado, consistente en aplicar contra la piel del animal un hierro candente al rojo vivo. Con ello se quema la capa superficial epidérmica. El pelo que después nacerá en esta superficie cauterizada, lo hace en dirección contrario al de la región y su identificación es siempre perdurable.

Los hierros que emplean estos ganaderos portan las iniciales del nombre o del apellido de cada casa, aunque en algunas ocasiones también se emplea el número que les corresponde en la sociedad. En algunos Curros de Galicia se suele emplear en el marcaje anagramas figurativos, lo que no sucede en el área de A Cañiza, aunque hay excepciones y alguno se deja ver entre las reses.

CURRO DEL MONTE PEDROSO

El papel que nos aportó Pepe nos sigue diciendo que: El Curro del monte Pedroso se fundó en la primera semana de agosto del año 1994. En un extraordinario paraje descubierto y cercado donde se encierran las caballerías que se crían en el monte para posteriormente marcarlas.

El Curro reúne a un interesante número de visitantes que pueden presenciar la bajada de las manadas que habitualmente viven en las montañas al valle. Sobre las 9:00 h. comienza el descenso de los caballos, yeguas y potrillos, desde los montes del Faro, Chans de A Cañiza y Laxa Moura, además de los de Covelo, Melón y Avión. Toda la caballería tiene como destino el cercado del Curro, ubicado también en un enclave natural de excepción por su belleza paisajística.

Al curro del Pedroso se accede por un ramal de la carretera N-120 de Vigo a Logroño, y posteriormente por accesos de tierra que se encuentran en buenas condiciones.

En un principio este Curro se creó con la intención y el objetivo de sanear el ganado, actividad que se viene desempeñando hasta el momento actual. Esta intención favoreció a algunos municipios de la provincia de Orense que a partir de ese momento realizan esa tarea en estas instalaciones.

A partir del mediodía da inicio la compra y venta de los potros. El curro del Pedroso presenta características similares al de A Paradanta, pero en el se citan un mayor número de cabezas de ganado.

El visitante puede disfrutar de la bajada en tropel de los animales hacia el valle para su acorralamiento, del marcaje a fuego, de las transacciones comerciales de los ganaderos, de un inolvidable día de romería y fiesta, y en definitiva de un espectáculo de colorido y bravura único en por estas zonas.

Hay que destacar el buen ambiente que se respira entre la multitud, A partir de las 11 de la mañana la gente comienza a llenar el chiringuito, dando buena cuenta de una gran pota de pulpo regado con vino de la tierra y cerveza fresca. Luego los Cabaleiros del Bar Kastor en torno a su patrocinador, que apareció con unas potas gigantes de comida, se reuniendo para dar buena cuenta de las viandas, se pusieron las botas para reponer toda la energía quemada en el curro.

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